Quién
no ha vivido en ciertos momentos de la vida, relaciones que aunque parezcan
sencillas se convierten en fuente conflicto y tensión cuyo malestar genera
situaciones que para algunas personas les resulta muy difícil de afrontar.
En el
puesto de trabajo además, donde las personas se suman en numerosas ocasiones a
situaciones difíciles de resolver por presiones de tiempo y calendario,
relaciones jerárquicas o entornos competitivos donde los tiempos reacción, el
estado de ánimo, la experiencia vital o los recursos personales para afrontar
con éxito las situaciones varía en función las habilidades o destrezas de las
personas. Algunas lo afrontan con soltura y otras pueden reaccionar con agobio,
estrés, mala gestión del tiempo o incluso quemarse (Burnout). Ante estas
situaciones el aprendizaje y adquisición de nuevas destrezas pueden ayudarnos a
manejar mejor todos estos imprevistos y prevenirlos, éste es el propósito que
desde nuestro espacio de Comportamiento de Negocio proponemos para fomentar el
desarrollo de las destrezas psicosociales tomando como referencia las 10
Habilidades para la Vida (Life Skills Education
in Schools)
propuestas por la Organización Mundial de la Salud en 1993 cuyo objetivo es
mejorar las relaciones humanas y afrontar los desafíos del entorno de manera
saludable. Este modelo ha ido evolucionando y ha ido adaptándose a diferentes
áreas de aplicación y ha logrado un amplio reconocimiento por su flexibilidad y
aplicabilidad.
En el ámbito laboral trabajamos con éste
modelo para desarrollar competencias personales y el manejo de estas
habilidades fomenta un mejor desempeño profesional y ayuda a mejorar la
competencia laboral por la adquisición de destrezas personales.
Como se puede ver a continuación, éstas 10
habilidades psicosociales no son nada nuevo y son tan antiguas como la
humanidad, prácticamente todas las personas las utilizamos a diario, sin
embargo lo novedoso es que cada vez se reconoce la importancia de incluirlas
como parte de diferentes programas preventivos y educacionales y el éxito en las
intervenciones de formación y desarrollo de personas en las empresas ha beneficiado
a todos los niveles y áreas de desarrollo de negocio, comercial, recursos
humanos, comunicación, ventas etc..
Las 10 Habilidades
para la vida según la OMS (Aunque
hay diferentes formas de clasificarlas, la propuesta de la OMS ha logrado
amplio reconocimiento por su flexibilidad y adaptabilidad)
1. Autoconocimiento
2. Empatía
3. Comunicación asertiva
4. Relaciones
interpersonales:
5. Toma de decisiones:
6. Solución de problemas y
conflictos
7. Pensamiento creativo
8. Pensamiento crítico
9. Manejo de emociones y
sentimientos
10. Manejo de tensiones y
estrés
El éxito de los programas de desarrollo en
las organizaciones ha permitido que algunas competencias laborales generales sean
fundamentales para que las personas puedan adaptarse y relacionarse
adecuadamente con otros, y con los
recursos disponibles aprender sobre su trabajo.
Junto a las competencias laborales de tipo
técnico relacionadas con factores productivos y cuyas actividades y
conocimientos son necesarios para lograr resultados específicos de trabajo relacionados
con las actividades clave (finanzas,
administración, ventas y servicios, salud, oficios, fabricación, etc.,) las
aportan la mayoría de las personas que poseen un título de grado medio o
superior, sin embargo no ocurre lo mismo con la mayoría de las habilidades o
“competencias generales” que aporta el desarrollo de las 10 habilidades (Life
Skills), ya que el fracaso en algunas áreas de negocio está relacionado por las
carencias en autoconocimiento, empatía, solución de problemas, manejo de sentimientos
y no digamos el manejo de la tensión y el estrés.
Asumir éste enfoque de formación y desarrollo
de habilidades complementario a las habilidades o competencias técnicas genera
unos vínculos beneficiosos en el sector productivo que en mi experiencia en
formación y desarrollo las agrupo en las siguientes áreas:
Desarrollo personal:
Condiciones que favorecen actuar asertivamente en un espacio productivo aportando los talentos en el marco de un comportamiento social universalmente aceptado.
En éste espacio desarrollamos dinámicas de inteligencia emocional y adaptación
al cambio.
Desarrollo interpersonal: Capacidad
de adaptación, trabajo en equipo, resolución de conflictos, liderazgo y
proactividad en las relaciones interpersonales en un espacio productivo.
Desarrollo organizacional: Capacidad
para gestionar recursos e información orientados al servicio y al aprendizaje a
través de la interacción y las experiencias de otros (mentoring).
Innovación: Capacidad
para transformar e innovar elementos del entorno (procesos, procedimientos y
métodos), encontrar soluciones prácticas. Tormenta de ideas. Dinámicas para el
desarrollo de la creatividad.
Desarrollo empresarial: Capacidades
que habilitan a la persona a crear, sostener y liderar unidades de negocio por
cuenta propia, identificar oportunidades, obtener recursos, tolerancia al
riesgo, elaborar proyectos y planes de negocio, identificar las fortalezas de
emprendimiento.
La implantación de estos programas de desarrollo de personas es una de las asignaturas pendientes en muchas empresas y desde éste espacio de Comportamiento de Negocio disponemos de las herramientas y métodos para su aplicación.
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