El concepto de “competencia” forma parte
esencial en la gestión de los recursos humanos y ha dado lugar a diferentes
definiciones del término con el objetivo de abordar de una forma más eficaz los
problemas y asuntos relacionados con la gestión humana en las organizaciones: “Dirección
por competencias", "gestión por competencias", "evaluación por competencias", sin
embargo éstas definiciones son un tanto complejas y se ha tratado desde
diferentes perspectivas.
La OIT en 1991 definía como competencia “la capacidad de un trabajador
para desempeñar las tareas inherentes a un puesto determinado” y posteriormente
la misma OIT
reconoce que existen diferentes aproximaciones conceptuales.
Uno de los principales teóricos en éste campo, Richard Boyatzis define la
competencia como una característica subyacente en una persona que está
causalmente relacionada con un desempeño bueno o excelente en un puesto
concreto y en una organización concreta. Otra de las figuras relevantes que
habla de competencias en ésta misma línea es la francesa Claude Levy-Leboyer y
se refiere a lo adquirido mediante experiencia profesional no achacable a
títulos formativos.
El concepto por
tanto no ha estado ni está exento de críticas desde su creación, y si bien es
verdad que las aptitudes y rasgos de personalidad permiten caracterizar a las
personas y explicar la variabilidad de sus comportamientos a la hora de ejecutar
tareas concretas y específicas, las competencias afectan a una puesta en
práctica integrada de “aptitudes, rasgos de personalidad y conocimientos adquiridos
para cumplir con la misión compleja en el marco de la empresa".
La experiencia
profesional nos ha llevado a buscar las técnicas o formas de evaluar
competencias mucho más allá de los test psicológicos, como son las pruebas
situacionales, discusiones de grupo, entrevistas por competencias, centros de
evaluación (assessment center) y evaluación 360º.
Las competencias
en áreas intrapersonales (estabilidad emocional, confianza,) o
interpersonales (comunicación o trabajo en equipo), junto al resto de
competencias como son la orientación a resultados, capacidad de análisis, toma
de decisiones, y la dirección gestión y liderazgo considero que deben de ser
complementadas por una “”Dirección por valores” en contraposición a lo que
clásicamente está fijado y que bajo la denominación de “Dirección por
instrucciones” o “Dirección por objetivos” conviene ser revisado.
En éste contexto
la propuesta para un excelente comportamiento de negocio pasa por una “Dirección
por valores”,y son ejemplos de valores:
“La confianza,
participación, autonomía, fidelidad, compromiso, lealtad, participación,
cooperación, el reconocimiento, la honestidad, la valentía, la honestidad, la
valía personal, la justicia, adaptabilidad a los cambios, esfuerzo emocional,
puntualidad, amabilidad y muchos otros”.
¿Qué es
una Dirección por valores?
Una nueva gestión
de liderazgo estratégico con unos valores finales, operativos, económicos y
sociales donde concurren junto al beneficio económico, los valores de la
eficacia, la efectividad y la eficiencia (la triple EEE) y unos valores
sociales con principios éticos, morales, ecológicos, justicia social y
solidaridad.
Triple finalidad de la "Dirección por valores:
1. Simplificar la
complejidad organizativa derivada de las crecientes necesidades de adaptación a cambios en todos los niveles de la institución.
2. Orientar la visión
estratégica de la institución.
3. Comprometer a la
alta dirección institucional con la nueva política a seguir con los recursos
humanos.
Según Thomas J. Peters y Robert H. Waterman (In Search of
Excellence. Ed. Atlantida
1982) autores
del concepto antropológico y psicosocial de lo que hoy denominamos “cultura de empresa”, los atributos comunes
a las empresas excelentes se pueden resumir en los siguientes apartados
1.Estar
orientadas a la acción (ser de respuesta rápida).
2.Encontrarse próximas al cliente o
usuario.
3.Ser poseedoras de estructuras simples
y ágiles.
4.Ser autónomas, con espíritu emprendedor interno y descentralizadas.
5.Obtener productividad gracias a las
personas.
6.Ser dirigidas mediante valores.
7.Estar basadas en lo que saben hacer
verdaderamente bien.
..."Encuentra gente que comparta tus valores
y conquistaréis juntos el mundo..." John Ratzenberger .
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