Habitualmente, he escuchado a lo largo de
mi trayectoria profesional los
siguientes comentarios cuando he propuesto a las personas que intervienen en
cualquier operación financiera, que se informen o se “eduquen” con el objetivo de enriquecer su conocimiento
sobre el sistema financiero, o al menos sobre los contenidos que afectan a su
propia responsabilidad financiera personal:
- Estoy demasiado ocupado y no quiero que me molesten.
- No soy bueno con los números.
- Nunca entenderé como funciona un fondo de inversión.
- Hay mucho papeleo.
- Prefiero dejar las decisiones del dinero a profesionales.
- Mi esposo-a, es quien gestiona los asuntos financieros de la familia.
Las reflexiones sobre cómo estamos
preparados financieramente no ha sido un contenido que se enseñe en las
escuelas, pero la evolución reciente de nuestro ecosistema social caracterizado
por una complejidad progresiva de los mercados y las relaciones financieras
empresa/cliente con la irrupción de productos
y servicios financieros novedosos ha puesto de manifiesto la necesidad de
prestar y ofrecer educación financiera a los ciudadanos y demandantes de tales
servicios.
La iniciativas internacionales más
significativas provienen de organismos como la OCDE, que a través de la International Network
of Financial Educacion (INFE), el Comité de Expertos de la CE y del mismo G-20, que en una de sus últimas cumbres asumió el
compromiso con los principios consensuados internacionalmente sobre educación
financiera.
Los cambios sociodemográficos y económicos producidos en los últimos
años, como el aumento de la renta percápita, acompañados de un mayor nivel de
ahorro y un nivel creciente de endeudamiento previo a la actual crisis, han
causado una complejidad en la toma de decisiones con trascendencia financiera. Las aptitudes y conocimientos son más
necesarios que en generaciones anteriores y es posible que algunas situaciones
tanto individuales, como empresariales se hubieran podido atenuar mediante un
mejor conocimiento financiero de los ciudadanos.
Ante esta situación generalizada de
“insuficiencia en educación financiera” un
gran número de países están desarrollando estrategias nacionales de educación, primero fue Reino Unido en 2003.
España está inmersa actualmente en un Plan de Educación Financiera 2013-2017.
Mi propuesta desde este post es que los
propios interesados y consumidores de productos financieros asuman el
protagonismo de su propia seguridad financiera, al hablar de personas incluyo a los autónomos, pequeñas y medianas empresas y profesionales que
emprenden invitándoles a enriquecer sus
competencias "INVIRTIENDO” en su propia educación financiera, con el objetivo de
ser autosuficientes
financieramente.
¿A cuantas personas les han
enseñado educación financiera en la escuela?. La mayoría aprende poco o nada
sobre el dinero en el hogar o en la escuela. De la misma manera que se aprende para obtener una carrera o desempeñar un trabajo, propongo que se
estudie para aprender aptitudes sobre el manejo del dinero. Nadie puede
predecir lo que ocurrirá, pero las oportunidades de mejora ante un nuevo ciclo
impedirán sorpresas y distracciones: La inversión en educación financiera es
una oportunidad para eliminar malas aptitudes en el manejo del dinero. Si se
tienen malas aptitudes para manejar el dinero no hay dinero que pueda
salvarte, pues aunque llegue un golpe de suerte bonoloto conozco casos que han
vuelto a la ruina por no saber gestionar los millones que les tocaron.
El aumento de la cultura financiera tiene
beneficios tanto para los ciudadanos como para el sistema financiero, según el
informe PISA
2012. Financial Literacy Framework que ha incluido una encuesta de valoración de las competencias financieras
de los estudiantes de 15 años y que se volverá a valorar en el año 2015, considera que las áreas comunes presentes en
los diferentes programas de educación financiera deben incluir:
- Dinero y transacciones: Valor del dinero, cuentas bancarias y divisas, identificar formas de pago, diferencias entre dinero prestado y dinero invertido.
- Planificación y Gestión: Planificación a corto y largo plazo, identificar los distintos tipos de ingresos, comprender la fiscalidad en los diferentes tipos de planificación asimilando la importancia y el beneficio del ahorro.
- Riesgo y diversificación: Se trata de aprender el significado de pérdidas y ganancias en diferentes contextos económico-financieros y generar habilidades para identificar formas de atenuar, equilibrar y cubrir riesgos. Detectar por qué unas formas de ahorrar o invertir son más arriesgadas que otras, limitando el riesgo del capital personal aprendiendo los beneficios y las ventajas de la diversificación.
- Perspectivas financieras: Conocer las características básicas del ecosistema financiero, conocimiento de los derechos y responsabilidades de los consumidores en el mercado financiero, así como las implicaciones de los contratos financieros. Asimilar las consecuencias de los cambios en las condiciones económicas, cambios en los tipos de interés, inflación, beneficios sociales etc.
- Educación financiera para el ámbito del seguro y jubilación. Fomento de la cultura de previsión mediante seguros y planes de pensiones.
Desde este blog de comportamiento de negocio considero que las aportaciones de la psicología conductual ofrecen perspectivas para conocer el impacto de la aversión a las pérdidas, el exceso de confianza en la sobreestimación de estrategias de inversión tanto personales como empresariales y la dificultad en predecir lo que nos hará felices y bloquea nuestra capacidad anticipatoria. El efecto de los sesgos cognitivos humanos puede comprenderse mejor si entendemos cómo funciona la conducta humana a la hora de formular nuestros juicios y nuestra manera en cómo tomamos las decisiones económicas.
Las sinergias desde la psicología y la economía son una gran oportunidad
generadora de valor que en momentos como el actual debemos aprovechar para
enriquecer desde las aportaciones complementarias de ambas ciencias los beneficios
personales, profesionales y organizacionales, orientados al bien común de la
sociedad en su conjunto.
¿Estamos preparados?
“Si buscas resultados distintos, no hagas
siempre lo mismo”
Albert
Einstein.
Educación financiera para tod@s.
Hoy por ti, mañana para ti.
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